Así como todos los sistemas y órganos del cuerpo, la glándula prostática puede sufrir de diferentes enfermedades tanto benignas como malignas. Dentro de las enfermedades benignas, la más frecuente hoy en día es la hiperplasia prostática benigna o Adenoma de próstata, también conocida como “agrandamiento benigno de la próstata”.
Dicha enfermedad se encuentra vinculada con la edad, siendo mas frecuente en hombres a medida que aumentan su edad. Se caracteriza por un agrandamiento prostático de causas múltiples que obstruye la salida de la orina; por lo tanto, la vejiga necesita hacer mas fuerza para poder orinar hasta que se agota ya que es un musculo.
Éste es el momento que se llega tarde. La consulta debe ser temprana cuando presente alguno de los siguientes síntomas: – Chorro débil o sin fuerza – Levantarse mas de una vez a la noche a orinar (Nocturia) – Urgencia para orinar (Urgencia miccional) – Sensación de vaciado incompleto de la vejiga. Existen tratamientos médicos y quirúrgicos, este último, según el tamaño prostático, puede ser mínimamente invasivo (sin heridas) o cirugía abierta.
La cirugía laparoscópica consiste en desarrollar las mismas cirugías habituales pero a través de pequeñas incisiones o heridas que no superan los 10 milímetros. De esta manera favorece al cirujano con una visión de gran aumento y al paciente de mucho menos dolor postoperatorio, menor tiempo de internación, menor pérdida de sangre y excelentes resultados cosméticos ya que no requiere grandes incisiones.